Cuando paseas por las calles de París, tu mirada siempre queda suavemente atraída por las líneas negras onduladas en las paredes y los delicados patrones en las farolas: la forja, el pie romántico que esta ciudad escribe en la arquitectura. 
Uno, de "Componentes Prácticos" a "Símbolos Artísticos"
La forja en París comenzó a liberarse de las limitaciones de la "funcionalidad" en el siglo XVIII. Originalmente fabricada en metal para barandales de balcones y soportes de farolas, era elaborada por artesanos que usaban curvas, hierbas enrolladas y hojas florales como plumas para crear una forma de arte con vida propia.
Como hileras de farolas en una calle, el hierro forjado negro delinea la estructura de los faroles, con patrones que se extienden a lo largo de los bordes, cumpliendo tanto la función de iluminación como sirviendo de texturas decorativas para la fachada del edificio. 
Dos, Elegancia parisina oculta en los detalles
El hierro forjado en París nunca toma el protagonismo, pero siempre captura a la perfección el ambiente romántico de la ciudad:
• Las líneas retorcidas de las barandillas y puertas parecen olas congeladas, estableciendo un diálogo sutil entre la era industrial y la estética artística al pie de la Torre Eiffel;
• La pequeña escultura de un ángel en los postes de las farolas en la cabecera del puente hace eco con la pantalla de hierro, desprendiendo un encanto vintage pero vibrante que transforma las escenas cotidianas de la calle en romance tangible.
Estas piezas de hierro forjado son algo más que "decoración"; encarnan la "estética de vida" de París: infunden calidez a los edificios, haciendo que cada mirada en la calle sea un encuentro inesperado con el arte.
En chino, "Yujian" es homófono de "encuentro" .
Amigos, esperamos encontrarnos con ustedes la próxima vez.
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